José Mujica: el mito desvanecido

En el marco de la XXIV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, 22 presidentes llegaron a México, específicamente, al Puerto de Veracruz. Llegaron aquellos de gobierno de derechas, como Mariano Rajoy (incluso llegó acompañado Fernando VI), y esos de izquierda: desde Correa, hasta el personaje más famoso del mundo en la actualidad, creo yo, José Mujica.

El presidente de Uruguay, quien es ya todo un personaje, se dejó mimar por las cámaras y por todo aquel sujeto que reclama o ha reclamado los altos sueldos de los funcionarios en México. Esto, debido a que se su popularidad se debe a que dona el 90% de su salario y vive de manera austera. En su bocho pasea de su casa, tampoco lujosa, a donde tenga que trasladarse. 

Para quienes viven en el territorio ocupado por el Estado mexicano, Mujica se ha vuelto un icono de la izquierda latinoamericana, ha superado incluso a Chávez, y sobre todo, ha representado una mentira, quizá, involuntaria: una demostración concreta de que se puede vivir en democracia representativa sosteniendo un aparato político funcional. Este señor bonachón y anciano, militó en el Movimiento de Liberación Nacional en la década de los 60. Por ello fue que vivió 14 años en prisiones como preso político, hasta que fue liberado en 1985. Desde su liberación, comenzó a participar del sistema electoral convencional, a la buena, pues, para ocupar en 1995 su primer puesto como diputado. En 2010fue electo presidente.

El hecho de que reconozca que el presupuesto del país que él reivindica no es el presupuesto que el país que él reivindica le ha regalado por el simple hecho de ostentar un cargo, no lo hace más agradable. El que cobre mucho o poco, no hace diferencia alguna de Enrique Peña Nieto, quien a través del programa Prospera, regalada televisores de pantalla plana; o de Américo Zúñiga, quien regala tabletas electrónicas a los niños; incluso, no lo hace diferente de AMLO, quien sin hacer nada, contento afirma que gana 50 mil pesos al mes. ¿Por qué decimos todo esto del señor más querido de los desamparados? Porque José Mujica es un ex preso político que llegó a la silla presidencial y tiene presos políticos anarquistas en sus cárceles, prisiones donde quizá él conozca de primera mano. De la misma forma, lxs compañerxs de la Columna Cerro Teja que, además de ser atacados por parásitos de la clase política a través de medios oficialistas, también combaten la violencia policiaca en los barrios que el Estado ha denominado marginalmente como «zonas rojas».

Del mismo modo, el adorado presidente, el más querido del mundo, defiende a capa y espada las políticas energéticas de muerte y la inversión privada. Si conocemos el contexto en el que los megaproyectos despojan a los comuneros a lo largo y ancho del territorio ocupado por el Estado mexicano, entenderemos que sus afirmaciones a favor de esas políticas y de inversión privada significan solo una cosa: la apertura completa al capitalismo devorador. Mujica habla de los parques eólicos como «Por todas partes, como brotando de las sierras, aparecen los molinos de viento, y esto va a continuar gracias a los compromisos establecidos». Miremos la barra de Santa Teresa en Oaxaca, como los pescadores decidieron organizarse contra Mareña y los gobiernos porque les querían imponer esas eólicas que Mujica describe como ‘molinos de viento’, y que acabarán con la alimentación de las comunidades que viven de ello; así como su repercusión en el medio ambiente será mayor, pues siempre buscarán estar ubicadas donde las corrientes de aire sean mayores, y curiosamente, en estas zonas, son caminos de aves: las aspas de esos molinitos, son peligrosos; así como los químicos que requieren para ser engrasados y mucho, muchos peros más que encontraremos en sus divertidos molinos de viento.

Asimismo, no olvidaremos sus palabras contra ambientalistas que luchaban para que no fueran privatizadas las playas: «Sí, las vamos a privatizar, para que los ricos que tengan plata, se la vengan a gastar acá», fue su argumento. Dinero sobre naturaleza, sobre orden natural, sobre salud.

Así es como José Mujica reivindica no sólo una forma austera de vivir como personaje de caricatura, sino los megaproyectos de muerte y devastación. «Progreso», dice Mujica para justificar la minería tóxica en Uruguay, como cualquier otro presidente lo diría.

El honorable presidente de Uruguay, es un mito, tan mito como AMLO o Noroña, o más todavía, como Colosio: individuos que se han vuelto héroes a raíz de detalles insignificantes y mala interpretación de intenciones.

10 comentarios en “José Mujica: el mito desvanecido

  1. Con todo respeto para el autor pero creo que las ideas de Mujica no son malas. En México me parece inimaginable tener un presidente así de «austero». Si bien la situación en Uruguay no es perfecta, me parece que va por el buen camino. Es un hecho que a los Latinoamericanos no nos gusta ni 100% derecha ni 100% izquierda. Creo que es momento de olvidar los partidos políticos y bandos y tomar un poco de cada ideología para lograr seguridad, equidad, prosperidad y desarrollo sustentable en México y en cualquier país.

    Fuente: uruguayos que conozco y me platican sobre la situación e índices internacionales sobre desarrollo, crecimiento, seguridad.

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    1. Lo de los uruguayos que te comentan, se resume a una falacia. Si un mexicano facha le comenta a algún extranjero que en México hay un buen desarrollo y eso… ¿estaría explicando una realidad concreta de México o su percepción anclada a una cuestión ideológica?
      Ojo con eso.

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    2. Con todo respeto ¿No leíste la columna? o es que no sabes en qué consiste la minería a cielo abierto, el fracking, Monsanto y los megaproyectos eólicos ?

      Sus ideas son irrelevantes dado que sus ACCIONES son apoyar al capital transnacional que depreda en todo el mundo; de verdad busca «minería a cielo abierto» y verás

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  2. Una simple duda que hara mas daño al medio ambiente la energia eolica (son caminos de aves: las aspas de esos molinitos, son peligrosos; así como los químicos que requieren para ser engrasados) o la forma en que producimos energia

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    1. El problema no es la energía eólica, si todos en neustras casas tuviésemos ventiladores pequeños (como antenas de televisión) generando energía no habría problemas; el asunto es que los Parques eólicos son megaproyectos gigantescos, que no sólo matan aves migratorias y contaminan con toneladas de aceite y residuos, sino que se construyen generalmente sobre tierras comunales o ejidales, despojándo a miles de la tierra que les vió nacer.

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    1. jajaja kew respete el capital privado lo hace mas de derecha ke nada pero adems la izkierda o la derecha son dos formas de gestionar el mismo modelo politico komo lo dice fredy fuenbte villa y como dudo ke sepas kien es te invito a ke investigues..

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    2. » el que respete el capital privado, no quiere decir que sea menos de izquierda.» jajajajajajajajajajaja me encantaría ver tu definición de izquierda, pues.
      Pero independientemente de la que esta fuere, el que sea de izquierda no lo hace menos cabrón e hijueputa ¿o es que Lenin no era de izquierda?

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    3. Nunca dije que respetar el capital privado lo hace menos de izquierda. No sé qué texto leíste. Pero bueno, sí, la izquierda también apesta.
      Ahora te toca decir algo como:
      «Si no quieres derecha ni izquierda qué quieres», o algo similar.

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