Nosotrxs, lxs que estamos abajo de toda intención reformista, en contra de todo su circo, les hablamos hoy.
Felicitamos a quienes integraron los contingentes de la manifestación llevada a cabo este 10 de marzo de 2016 en la ciudad de Xalapa, Veracruz: un ejemplo íntegro del concepto de universitario. La marcha, civil-estudiantil y pacífica, demuestra lo razonables que son nuestrxs muchachx privilegiados. Lxs que en cualquier coyuntura extienden su mano para presumir sus credenciales, protestar, escuchar un discurso que más o menos entienden y retirarse a sus casas para comentarle a sus papás y amigos lo combativxs que son, lo revolucionario de sus actos, y sobre todo, para enfatizar que están en la mira de todo el país y que están poniendo el ejemplo, que demostraron que puede haber concentración rebelde masiva sin que se rompa un vidrio siquiera.
Lxs felicitamos. Suponemos que el Estado también lo hace. Suponemos que la rectora se suma a la felicitación. Es uno de los carnavales más coloridos y divertidos que, creemos, ha habido en la capital de Veracruz. Hace mucho tiempo fuimos nosotrxs al del puerto, pero nos hubiera gustado acudir a aquel donde la mascota del equipo deportivo de casa acompañó hombro con hombro a la rectora.
El secretario de gobierno, aquel que desde que entró en funciones comenzó a reprimir a campesinos, taxistas y ancianos, afirmó que había estado en comunicación con Sarita (como le llaman los lameculos) y demás coordinadores de la marcha para que ésta no se saliera de control. Es decir, para que la rabia y el repudio se enmarcaran dentro de un cántico amigable, pacífico y de sana convivencia… porque todxs sabemos que es bueno ejercer estos tres aspectos con el enemigo. Porque todxs sabemos que al enemigo se le pide permiso o se le exige de rodillas. Nos imaginamos las consignas donde respetan y hacen amiga a Sarita (como le llaman los lameculos), nos imaginamos a lxs muchachx de distintas facultades, a los trabajadores y profesores de los sindicatos, a organizaciones y escuelas solidarias, marchar al lado de los agentes del CISEN (como lo mencionó también el secretario de gobierno).
¡Qué tiempos aquellos, Sarita! Qué tiempos donde no te interesaba marchar, donde los universitarios te parecían pieza de cambio, revoltosos, feos, poco amigables, por lo que te encerrabas en rectoría para no discutir con ellos sobre la golpiza a los 8 del 5. Qué tiempos aquellos, donde te reunías con consejeros alumnos de manera privada para amenazarlos y que no protestaran en los centroamericanos, qué tiempos en los que mandabas gente a disolver tomas de facultades a media noche o simplemente ignorabas las exigencias de lxs estudiantes. Pero, sobre todo, qué tiempos en lxs estudiantes podían observar tu buitrismo, hiprocresía y fascismo.
Vamos, vamos a marchar con flores y sin romper la propiedad. Vamos a demostrarles que somos buenos universitarios con conciencia ciudadana y que queremos una educación de calidad patrocinada por el Estado. Vamos, Sarita, habla con ellos, con el secretario de gobierno con Wiechers, mientras éste desaloja el Ché Guevara, of course. Consigue autobuses y llévanos para Veracruz para apoyarte en tu lucha, es decir, en la lucha de la universidad, lucha histórica…
Sarita, amiga, amante, culera, reparte ese capital político entre todos los ámbitos reformistas, y canta Cumballás alegres, misericordiosos, que nosotrxs seguiremos molestando.